martes, 28 de septiembre de 2010

U2, San Sebastian, 26/09/2010, Estadio anoeta.


A la tercera va la vencida. Siempre había visto a U2 en la grada. Una vez en el Nou camp incluso me lleve prismáticos. Después del visionado de cientos de conciertos de todas las épocas de U2 y de esos dos magníficos directos, siempre pasaron por mi cabeza los deseos de saber cuando tendría la oportunidad de estar en plena masa, en esas primeras y agobiantes filas donde un concierto poco tiene q ver con el visionado del mismo desde otras zonas mas alejadas. El problema es que U2 es capaz de congregar en la cola a fans durante dos noches para coger esas filas, algo a lo que yo no estaba dispuesto. O eso, o pagar 400 euros por una entrada en la Red Zone, espacio habilitado para pijos de papa que la primera vez que oyeron las palabras U2 quizá pensaran que "eso" era una marca de lavadoras. Sin embargo no ha sido necesario mucho esfuerzo para que por fín esa idea se hiciera realidad. A las 13:00 horas Anibal, Esteban, Suñen y yo nos colocábamos en una escasa cola que nos hacia soñar con colocarnos cerca del púlpito. SIn embargo no podíamos imaginar que esa cercanía iba a ser tanta, escasos 4 metros nos separaban de la pasarela de Bono y los suyos, un punto desde el que miraba a esos elegantes "cuellos altos" quizá jurar en hebreo por haber pagado 300 euros mas que yo por ver lo mismo. No siempre se tiene suerte. Pero esta vez la hubo. Pero a lo nuestro, que cada uno gasta su dinero en lo que quiere (o el de otros). The craw, la garra, como se le llama al enorme escenario de U2 estaba ahí plantado, sobresaliendo por encima del estadio y ahora estabamos debajo. La primera vez que vi a The Craw me dejo frio. Demasiado grande quizá. En el DVD 360º TOUR pasa lo mismo. Es tan grande que no se pueden recoger los pequeños detalles. Parece que vas a ver a U2 por su escenario, y eso eclipsa la calidad del directo, la intensidad de Bono e incluso un repertorio que muy criticablemente suele ser socio - político. Que por otra parte no se que tiene de malo. Eso entre otras muchas cosas.

Interpol dio el frio paso del telonero, esos desamparados que tocan con la mitad de watios y la mitad de luz. Fueron correctos, desplegaron todo su guitarreo con sus dosis newyorkinas de rock alternativo, la grabe voz de su cantante a lo Ian Curtis y un sonido mas que correcto. Y así, puntuales, y tras una cuenta atrás marcada por un enorme reloj proyectado en las 54 toneladas de pantalla gigante U2 saltan a escena al son de Return of the stingray guitar, un tema instrumental con el que Bono se paseo interaccionando con todo el público y pidiendo mas y mas fiesta. Bono sabe lo quiere la gente, y no se si fue por la cercania en metros al grupo o por que, pero me pareció ver a un Bono incluso mas motivado de lo normal. Puede que fuera la ciudad, San Sebastian, una ciudad que el mismo definió como mística al inicio del show, y como un beautiful beautiful beautiful place al final. Sea como fuere, lo que fue beutiful fue el segundo tema, Beautiful day, al que le siguió I will follow, de lo mejor de la noche, Get on your boots y Magnificent. 4 majestuosas canciones con las que la banda deja claro que aquí se viene a disfrutar. Sonaron a lo largo del show clásicos ya himnos del R&R como Mysterious ways, Elevation, Until the end of the world, I still haven... o incluso Sapanish Eyes. Todo acompañado de un espectáculo de imagen y sonido a la altura solo de U2, haciendo gala de un montaje que lleva mas de un año rodando por el mundo del que ahora si, no falla nada. Momento también para interpretar Mercy, un tema nuevo que pinta mas que bien. Se rescató In a little while como ha sido constumbre durante todo el tour, y la tierna Miss Sarajevo, con homenaje a Pavarotti incluido. City of blingding light hizo casi casi hacer volar a toda la nave espacial para dejar a los 45000 asistentes boquiabiertos con la aperura de la inmensa pantalla, que llego a deplegarse desde sus 44 metros de altura hasta sus propias cabezas. Momento entonces para hacer gritar al público con Vertigo, una versión electrónica de Crazy tonight, sunday bloody sunday y Mlk. Todo una antesala para el tema político de la noche. La liberación de la lider Birmana, por la que Amnistia internacional lleva luchando 20 años. Imagenes de la misma y de la situación del pais proyectadas bajo Walk on y un improvisado You'll never walk alone con mas de 20 expontaneos sobre la pasarela portando unos cirios que proyectaban su luz hacia el cielo. Todo muy bonito. No entraré en debatir el politiqueo de Bono, eso de si esta bien, esta mal, le sirve para ganar dinero,por que no dona la mitad del concierto y chorradas varias de esas. Esto seria demasiado extenso y no llegaríamos a entendernos. Por lo menos ahora alguien sabe quien es esa mujer, y quizá le de por buscar Birmania en un mapa y leer algo sobre su pobre situación. Es algo mas de lo que han conseguirdo todos esos criticones gafapasta. Y así, la banda se despide antes del bis con dos clásicos, para muchos las dos mejores canciones de U2, One y When the streets...



Holkd me, thrill me, Kiss me, kill me, de la época mas psicodélica de Bono y los suyos se encarga de abrir el bis. Bono con su ya clásica chaqueta repleta de lasers y su micrófono en forma de volante que cuelga del cielo hizo las delicias de los aficionados mas próximos a esa época de la banda, y pese a que fue uno de los momentos de la noche, yo preferia Ultraviolet, el tema q antes se usaba para ese momento. Y tras ese extasis, U2 interpreta Whit or whitout you y Moment of surrender, dos temas de corte parecido que elevan una noche perfecta hasta la máxima épica.

Puede que la garra confunda a la gente, puede que la gente quiera ver a U2 por su garra... no lo se. Pero lo que no podemos olvidad es que U2 ofreció un show magistral, muy profesional, con un Bono hipermotivado que no deja ninguna duda de su recuperación de hernia discal y de su majestuoasa voz. Sin embargo, pese a todo, lo que sigue tirando del carro es la intensidad de los riffs de The Edge, que ejecuta cada tema como lo que es, un virtuoso de la guitarra del que todo el protagonismo marketiniano de la banda le resta comentarios. Ejecuta todo a la perfección, le da identidad a un sonido ya histórico, y participa en los coros de cada vez mejor. Ahora vendrán todos los comentarios criticones sobre la mentira que es U2 y todo eso. Que si premio nobel de la paz, que si I am ONE, que si fue que si vino. Todos se olvidan de aquel mítico Under the red Sky, y de su Sunday Bloody Sunday. U2 sigue haciendo lo que ha hecho simpre. Si quieres lo tomas y sino lo dejas. La música de U2 tiene un lema, su propuesta de show mucho mas, y nunca nadie, ni mucho menos la tendencia electrónica de todos estos grupos que esos mismos críticos alaban podrán ni siquiera rozar. Para mi, U2 hoy es fiel a su estilo, lo lleva siendodesde hace 34 años que se cumplieron justo un dia antes de este show según comento Bono, y sea con garra, o bajo el calor rojizo de unas rocas, esta música es mucho mas que música. Es un mensaje social de puro rock and roll.

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