La primera vez que ves actuar a Ben Harper alucinas. A partir de ese momento sabes que siempre que tengas una oportunidad para verle repetirás. Hay grupos que cuando los ves actuar varias veces llegas a pensar, bua!! ya los vi el año pasado... Sin embargo el magnetismo que Ben Harper transmite es totalmente adictivo. No soy bueno calculando el número de gente que asiste a los sitios, pero calculo que ayer, en una noche perfecta, unos 2500 aficionados acudieron a ver el popurrí de estilos que solo Ben Harper sabe mezclar como nadie.
Zaragoza es un chollo para los conciertos. Puedes ver a Ben Harper, The Who o Franz Ferdinand sin colas, puedes ir a la barra sin problemas, al baño, o donde tu quieras, que siempre tendrás sitio en el lugar que mas t guste. Eso es bueno, y malo... Ayer empezó la velada Loner, un grupo nacional de funky que tubo 30 minutos para defenderse. Lo hicieron bien. Les siguió Xavier Rudd, un multiinstrumentalista australiano acompañado por dos virtuosos a la batería y al bajo. Divirtió, convenció y aporto entretenimiento mientras pasaban los minutos para ver salir al genio.
En ese momento empecé a encontrarme mal. Unas tremendas ganas de vomitar hicieron que abandonara las primeras filas para tumbarme a la fresca en lo mas alto del anfiteatro. Esas ganas cada vez fueron a mas. Sin embargo Ben Harper salio a escena, aclamado por la muchedumbre mezcla de cuarentones y olor a porro. Sonó para empezar Shimmer & Shine, y mi pregunta fue ¿que cojones hago aquí? Así que directo a las primeras filas de nuevo, llegué justo para grabar el final de la canción que veis en este vídeo, y aguante tres temas mas (perdón por la calidad, mi movil es lo que tiene). De nuevo a mi rincón. No me lo podía creer. Y desde lo alto, en un lugar que Ben Harper calificó como el mas elegante en el que había tocado desde hacia mucho tiempo puede escuchar casi la totalidad del concierto, descalzo, bajo una gran brisa y una perfecta visión. Relentless 7 es la nueva banda que acompaña a Ben. El californiano demostró su virtuosismo a la guitarra, aporto mucho Rock & Roll, Blus, Country, Folk, Reggea y mucho mucho rock. Los solos de guitarra al unísono con un gran batería amenizaron una velada donde una vez mas sabes que la próxima vez volverás a ver a Ben Harper. La calidad de sonido es espectacular, y las notas que salen de ese supertatuado cuerpo impresionan a cualquiera. Mis dolores impidieron acabar el concierto, pero me fui a casa con la sensación de ver probablemente a uno de los 10 mejores músicos del mundo en activo. Su repertorio guitarrístico es increible, utilizando un sinfín de guitarras a cada cual mejor. El setlist se centró en su último y único trabajo con esta banda, mezclando los clásicos de siempre. Ben Harper es espectacular, realmente impresiona ver a un músico así. Yo repetiré, claro esta, y será la cuarta, y lo haré con o sin dolor de tripa.
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