domingo, 5 de diciembre de 2010

Enrique bunbury - Zaragoza, 2/12/10; apuesten por el rock and roll

Después de ver el espectacular concierto de Bunbruy junto a Vegas en el Liceo de Barcelona, no pensaba perderme una gira de Bunbury de "sentado". Si, con butacas. El zaragozano volvia a casa después de rodar y rodar con su nuevo Show "Las consecuencias". Ya van 50 shows por latinoamérica y EEUU. Yo decidí salir del misterioso mundo de los DJs que invade la comarca para comprobar si todavía queda algún Hobbit de aquellos que disfrutaban sobre las barras de los bares al son de Agosto, No mas lágrimas o El extrangero (por nombrar de las dos épocas) en esa época en la que entre nuestras humildes calles sonaba algo de rock and roll que hacia enloquecer a un número de seres inimaginable ahora para todos esos pinchadiscos. Ese fenómero fan que caracterizó al mejor grupo español de todos los tiempos, y que desde el año 96 se puede sguir comprobando, a otra escala, en la figuara de Enrique Bunbury. Un ser al que amas o al que odias. Y no hay termino medio. O te vuelves loco en plena desinhibicion sobre tu butaca, o directamente ni te acercas al recinto. Lo que Bunbury demostró este viernes es eso, un fenómeno fan que sigue intacto, y que hace que un público con una media de edad de 40 años deje de lado toda su vergüenza para cantar y bailar como un niño. Todavía ves aparcar en los alrededores del Principe Felipe muchos coches con sus tapicerias y pegatinas de Heores del Silencio, algunos incluso muestran sus tatuajes, y otros se visten de gala con sombrero de Cowboy y botas altas incluidas (no pocos). El concierto se alarga 48 horas, con fiestas paralelas a lo largo de todo el fin de semana en diferentes puntos de la ciudad, para que todos aquellos que hacía tiempo que no salián de sus casas en esta ocasión no entraran.

Para esta ocasión Bunbury decidió convertir el principe Felipe en un mega teatro, con cerca de 6000 almas entregadas a su artista mas internacional. Sin embargo esa disposición con sillas plegalble solamente duró 20 minutos, como era lógico, exactamente los minutos que dura despachar las canciones mas relevantes de su último trabajo, Las consecuencias. Tras una elegante intro instrumental, Enrique salta al escenario elegantísimo con look a lo Leonard Cohen para encadenar Las consecuencias, Ella me dijo que no, De todo el mundo, Frente a frente y los Habitantes. Así, que zanjado la parte lenta del show, y se ventila de un plumazo el que es sin duda su peor disco en solitario. A partir de aqui todo cambia. Enrique se quita su americana y su sombrero para guitarrear con su nueva banda, Los Santos Inocentes. Ahora empieza un nuevo concierto con Enganchado a ti, El extrangero, Irremediablemente cotidiano, El rescate, hay muy poca gente, y la priemra de Heroes de la noche, Iberia sumergica, con trasfondo político incluido. Enrique se mueve como pez en el agua, su voz es tan espectacular que asusta. Sus característicos pasos de baile levantan la sonrisa a mas de uno, y la profundidad y entrega de su persona comienza a trasmitirse en los rostros de los asistentes, que vibran y saltan con cada una de las canciones, en un ejercicio donde se demuetra una vez mas, que no hay que tener grandes subidones electronicos ni beats innecesarios para hacer saltar hasta al mas abuelo. Su personalidad es hipnótica, y su poder para cautivar a la audiencia único. A partir de aqui Solo si me perdonas, Sacame de aqui, Si, Infinito y tras una gran recomendación, "por favor señores, apuesten por el rock and roll!" empiezan a sonar los acordes de la única canción de la discografia de Heroes que no es de Heroes, en lo que sería una de las mas aplaudidas de la noche. En la traca final y tras la ensistencia de un enloquecido público, enrique vuelve a scena para interpretar Por que las cosas cambian, El hombre delgado que no flaquerá jamás, Lady Blue y Aunque no sea conmigo, poniendo la piel de gallina en cada verso. L sorpresa de la noche llego con Bailando con el enemigo, invitando a un ex - huracan ambulante a la trompeta y terminar el show como era de esperar con ...Y al final. Sin embargo la ovación seguia siendo tan descomunal que obligo al anfitrión a salir a escena para regalar a la audiencia una tierna versión de La chispa adecuada en lo que sin duda fue lo mejor de la noche.

Enrique ha demostrado una vez mas toda su grandeza sobre el escenario. Su voz, su calidad interpretativa y un repertorio que ya es considerablemente amplio y donde se hace nesario dejar fuera temas como Alicia expulsada al país de las maravillas. Como en los grandes grupos, todo no se puede tocar. Y es bonito comprobar como todos esos Hobbit dejan todos sus deberes de lado para acudir a un show de Enrique. Siguen estando ahi, son muchos, y cuando te los cruzas por los grandes recintso sonrien como diciendo: "no esperaba menos de ti, esto es eterno". Aún quedan supvivientes de la masiva destrucción que muchos genocidas DJs estan haciendo en nuestra comarca. Enrique sigue muy vivo, su escenografia y cuidadoso estilismo, su perfeccionismo y su manera de vivir la música hacen de él un ser en claro peligro de extinción. Además, es bonito comprobar que algunos adolescentes se acercaron para ver a un Enrique que cuando empezó a rodar en solitario con su expectacular Radical Sonora quizá andaban todavía en pañales. Son los menos, claro esta, Enrique arrastra a un público sorprendentemente mas veterano de lo que yo me esperaba, pero los que había me recordaban a un dieciochoañero loco en cada uno de los conciertos de Enrique a los que he asistido, solo que en aquella época haciamos volar las sillas de los escenarios sentados (gira Pequeño Cabaret ambuilante), y ahora con algo mas de razón nos mantiene mas clamados. Bunbrury sigue siendo ese ser que amas o odias, pero que si amas es capaz de llevarte a un lugar al que ningún otro puede llevarte.

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